Espigas en los perros

Espigas en los perros

Nuestro veterinario Rafael Esteban, director de nuestra clínica veterinaria Vetsalud Majadahonda, nos explica cómo en ocasiones, las espigas en los perros pueden llegar a ser uno de los peores enemigos de nuestras mascotas. En ocasiones un gran quebradero de cabeza para los veterinarios.

Oídos

Es una de las principales vías de entrada de las espigas en los perros y probablemente la que más incidencia tenemos nosotros en la clínica veterinaria. Las manifestaciones pueden ser diversas aunque las más comunes son sacudidas o ladeo de cabeza y supuración en el oído. Lo normal es que generen una inflamación en el conducto auditivo que puede acompañarse de infección.

Uno de los mayores riesgos que podemos encontrar es cuando la espiga migra a zonas más internas. Pudiendo afectar al tímpano dañando la delicada membrana de la que está formado.

El tratamiento suele ser resolutivo sacando la espiga con una pinza especial llamada Hartmann o pinza de cocodrilo. 


Joven Cocker, tras ser intervenido de varias espigas en el oído.
Nariz

Probablemente la segunda región que después de los oídos más incidencia haya. Los síntomas suelen ser repetidos estornudos que a veces se acompañan de epistaxis (sangrado de nariz). El proceso para extraerlas es más complicado debido a la estrechez del orificio y el extremo cuidado y manejo que hay que tener con los cornetes nasales.

Ojos

Muchas veces pasan desapercibidas y confunden al propietario por parecer una conjuntivitis. Por eso la importancia de realizar una exploración completa del ojo una vez que vienen a consulta. Generalmente las encontramos clavadas en la conjuntiva o enterradas bajo el tercer párpado. 

Boca

Aunque es menos común, debido a la forma de punta de flecha , las espigas en los perros, son capaces de penetrar la mucosa pudiendo enquistarse en la encía. Esto desencadenará en una infección en la zona y en ocasiones incluso pudiendo llegar a afectar el globo ocular.

Extremidades y piel

Las extremidades también es una zona que se ve muy afectada por estos artefactos. Se introducen entre los dedos generando un encapsulamiento y pueden migrar a través del tejido por lo que la retirada aunque sea más invasiva que en otros órganos. Normalmente hay que hacer un pequeño corte, necesario como prevención ante males mayores. En algunas ocasiones hemos llegado a presenciar espigas que han migrado desde la mano hasta el tejido pulmonar o desde la pierna hasta la región abdominal empeorando el pronóstico en muchos casos.

La piel en general se afecta habitualmente y podemos encontrar puntas clavadas en cualquier parte (cabeza, cuello, tórax, abdomen…).


Aquí aprovecho para contaros un caso de un paciente que vino a nuestro centro tras haberse ‘’sumergido’’ en un trigal. El resultado tras cuatro horas de intervención fue un total de 167 espigas extraídas repartidas por todo el cuerpo ¡Alucinante! 


Nuestro amigo Cooper, tras ser intervenido de varias espigas en las extremidades

Podemos contar muchas más anécdotas sobre casos relacionados con estas púas. Pero sobretodo queremos informaros y advertiros de la importancia de un buen chequeo y limpieza de las mascotas tras paseos por el campo en estaciones estivales que son cuando más incidencia de casos hay.
Ante cualquier duda o signo anteriormente descritos os recomendamos que acudáis al Centro Veterinario para buscar una solución rápida y eficaz al problema y no desemboque en un peor pronóstico.

Recuerda que en nuestras clínicas veterinarias disponemos de urgencias 24h y estamos abiertos los 365 días de año.

 Rafael Esteban Álvarez (Col7645)
 Director Médico Vetsalud Majadahonda

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